Para la gente que grita.
Oyes las apuestas grabadas en el adn de los mentirosos, proyectos impecables para que tu rebelión sea sólo un kit kat un humo que ni tu mismo te lias. Nadie deposita su confianza en un papel, y lo sabes, estás en fuera de juego y eres tan tonto de aplaudir que su estabilidad depende de tu fuerza. No rechaces la pregunta. ¿Lo importante es ganar? ¿Estás convencido? Si tu futuro se demuestra con su pasado todo será lo mismo, mentirosos, mentiroso, el sujeto se camufla de plural. Quizás no está solo. No te preocupes, hay suficientes árboles para tan pocos Judas, sus palabras van y vienen, vanas, vanidosas, indigestas como el plomo, pero que nadie se apropie de tus sueños, que se se pierdan sus mentiras en los bolsillos. Dispara, no pasa nada. Ya está muerto.
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